miércoles, 25 de mayo de 2011

Apuntes sobre la conjugación verbal

Autor: Glithra
Momento: 23 soles después del nacimiento de Glithra.
Lugar: U serka lippik (el pueblo del río).
La traducción está hecha por mí. Reconozco que he cometido varios errores; para enmendarlos, he de comparar con idiomas que, obviamente, el autor del texto no conocía, como el inglés o el español. A veces, incluso, tendré que hacer una nota al pie de página. También he de aclarar que la traducción no es literal, sino libre. Sepan disculpar las molestias. Los términos y elementos del idioma analizado están en bastardilla.

Ante el posible agrado de futuras generaciones, hago constar mis estudios de la práctica escrita y fonética del fascinante idioma del serka lippik. Sepan que, al ser yo el primero, es posible que me equivoque. Además, tengo la contra de no haber nacido aquí, sino al otro lado del río. Me resultan extrañas muchas cosas, como por ejemplo, que el pueblo no tenga nombre. De hecho, aquí tienen escasa consciencia de otros pueblos; se ve que estar lejos de cualquier otra cultura les hizo innecesario el distinguir su pueblo, pues ¿con qué otro se lo podrían confundir?

Primero, cabe destacar que los "verbos" del idioma únicamente refieren a acciones: un verbo conjugado jamás es un sustantivo. Por ejemplo, existe el verbo "espadar" (iru), que es "dar o recibir un espadazo", pero jamás el término para designar esta acción podrá ser utilizado como núcleo del sujeto, ni con ninguna otra función que no sea especificar una actividad en particular. Además, en nuestro idioma existen cosas como "es hecho" que no existen en esta lengua. Tales frases verbales no existen, al no haber "verbos" que no sean pura y exclusivamente "acciones".

Segundo, he de señalar que en el idioma hay consciencia de las cosas pasadas, las presentes y las futuras; también hay un "tiempo" para lo indeterminado, para lo a-temporal, para lo que no importa cuándo pasó; se suele utilizar mucho en construcciones poéticas (1). Sin embargo, no se trata de conjugaciones verbales: los elementos del idioma que los designan (il para "presente", ir para "pasado", ul para "futuro", y ur para "poético") ocupan lugar en la oración justo antes del sujeto; además, cabe destacar que se sobreentiende que un temporal (como llamaré a estos elementos del idioma) es válido hasta que se nombre otro, es decir, no se repite en cada oración. Así, una vez que uno lee o escucha un temporal, debe mantenerlo en la memoria (y aplicarlo a todo lo que escuche o lea) hasta que escuche o lea otro.
Hay casos raros en los que se relaciona un temporal con otro, por medio de la cláusula au; yo lo llamo modo condicional, en oposición al modo puro, que es el detallado antes. Sin embargo, cabe destacar que el modo condicional no sólo puede relacionar dos temporales entre sí, y de hecho, esa no es su función. La función del modo condicional es relacionar una acción con otra, sin importar si las acciones relacionadas pertenecen o no al mismo temporal. De esta manera, puedo relacionar dos acciones que suceden en el mismo temporal, o que suceden en dos temporales distintos (2). La relación que se hace, normalmente, es de dependencia o de condición; por ejemplo: "si tal cosa pasó, tal otra cosa pasará", o "si tal cosa ha pasado, eso derivó en que luego sucediera otra cosa". Sin embargo esto no es muy claro para mí, así que todavía no se deben tomar estas afirmaciones como absolutas, ni siquiera como verdaderas.

Tercero, las conjugaciones verbales (o "accionales", siendo estrictos) se basan en dos conceptos, relacionados con la concepción que tiene el emisor de la relación entre el sujeto y el predicado de la oración. Estos son los conceptos de constancia y de periodicidad. Además, el elemento de conjugación va adelante del verbo, siguiendo la misma regla que los temporales: una conjugación es válida desde que es utilizada hasta que se utiliza otra conjugación.
Empezando por la constancia, diré que, al parecer, el idioma contempla si es constante (el-), in-constante (al-), o pre-constante (ol-). Lo constante es, si no me equivoco, aquello que siempre es, fue y será, aquello eterno; es muy confuso para mí diferenciar entre esto y el temporal ur, aunque supongo que la diferencia radica en que el temporal poético no es exclusivamente para cosas atemporales (3)... (Debo investigar esto un poco más.) Lo inconstante es aquello que es, o fue, o será: lo que sucede por un período de tiempo determinado (4). Lo preconstante es aquello que no se sabe si existe o no, o si existió o no, o si existirá o no (5); por lo tanto deduzco que su temporal para futuro, combinado con la conjugación para "inconstante", dirá las cosas que realmente pasarán, sí o sí, como "voy a morir algún día", cosas que no se pueden cambiar, y combinado con la conjugación para "preconstante", dará aquello que no se sabe si sucederá o no; sin embargo, esto es una norma a comprobar.
Continuemos por la periodicidad: se divide en periódico (er-), im-periódico (ar-), y pre-periódico (or-). La relación entre estas tres subdivisiones es semejante a la que se detalla en la conjugación según la constancia. Lo periódico es aquello que, a intervalos regulares de tiempo, sucede y vuelve a suceder (6). Lo imperiódico es aquello que sucede y vuelve a suceder, pero no se sabe cuándo, cada cuánto tiempo, ni cómo; es decir, aquello que es reiterativo pero no periódico (7). Lo preperiódico es aquello que no se sabe si volverá a suceder o no, aquello sobre lo que hay dudas de su "reiteratividad" (8).



Notas:
(1): Llamaré a esta forma de tiempo como "poético" a falta de un mejor nombre. El autor lo llama "indeterminado", pero en español puede generar confusiones con "imperiódico" o "inconstante"; además, llamarlo "atemporal" o "ucrónico", o de cualquier otra manera, me parece demasiado extravagante.
(2): Normalmente, la relación entre dos temporales se da por dependencia, como en las relaciones causales "if/then" del inglés, o las "si/entonces" del español. Pero también se da de manera muy similar al condicional inlgés: "If you win the war, I will accept my exile", por dar un ejemplo de una traducción hecha del idioma del pueblo del río.
(3): Por ejemplo, si se habla del Dios judeo-cristiano, se conjugarán los verbos de manera constante.
(4): Por ejemplo, la vida se da sólo una vez, es decir, no se repite (al menos, para la cultura general de nuestro tiempo), ni tampoco vivimos para siempre: "Todo lo que está vivo debe morir algún día", probervio bastante general en el pueblo; aunque, de todas formas, ellos ven en la muerte el fin de un ciclo, no significando esto que reencarnaremos ni nada parecido, sino que nuestra fuerza vital es absorbida por el suelo; claro, hay que tener en cuenta que ellos tiran los cadáveres al río luego de sacarles el aire para que no floten: la energía debe ir a la fuente de toda su filosofía y su cultura.
(5): Por ejemplo, lo que nosotros llamamos "mitos"; o, mejor aún, las "leyendas".
(6): Por ejemplo, la salida del sol, o los ciclos de la luna. La notación que le doy guarda relación con el conjunto de los números racionales periódicos.
(7): Por ejemplo, las crisis económicas. Pueden predecirse, pero no suceden a intervalos de tiempo regulares. La notación que le doy guarda relación con el conjunto de los número irracionales, como "pi" (3,14...), por ejemplo.
(8): Por ejemplo, el concepto de "reencarnación" hindú: hay un ciclo, pero se puede escapar de él llegando al nirvana; si se quiere poner énfasis en el ciclo, se utiliza la conjugación periódica o imperiódica, pero si el énfasis va a la posibilidad del nirvana, se hablará del ciclo de forma preconstante.

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